martes, 5 de febrero de 2013

GOBIERNO DE GUADALUPE VICTORIA

GOBIERNO DE GUADALUPE VICTORIA

Presidencia (1824–1829)

El 2 de octubre de 1824, Guadalupe Victoria fue declarado primer Presidente de los Estados Unidos Mexicanos para el período 1825-1829. El 8 de octubre de 1824, el Presidente y el Vicepresidente Nicolás Bravo juraron la Constitución.El Congreso convocó a las primeras elecciones federales en agosto de 1824. Cada legislatura estatal podría nombrar a dos candidatos, y los dos que recibieran el mayor número de votos serían elegidos como presidente y vicepresidente. Los resultados fueron anunciados el 1 de octubre de 1824 y por mayoría de 17 estados, Guadalupe Victoria fue electo presidente de la República.
Guadalupe Victoria asumió el cargo de presidente interino del 10 de octubre de 1824 al 31 de marzo de 1825. Su período constitucional en el cargo se inició el 1 de abril de 1825. La inauguración fue solemne y austera como es requerido por el republicanismo; ese día, Victoria afirmó: ¡La Independencia se afianzará con mi sangre y la libertad se perderá con mi vida!


Como presidente de la nueva República, Victoria fue el encargado de reconstruir la devastada economía, resultado de la larga guerra de Independencia y el embargo promovido por la Monarquía Española. Para resolver la falta de suministros, resultado del embargo, creó lamarina mercante del país, con la que abrió rutas comerciales con los puertos de los países americanos que habían reconocido la independencia nacional y con los que se establecieron relaciones diplomáticas. Sin embargo, su principal preocupación fue lograr el reconocimiento de alguna potencia europea.
El gobierno de Victoria se vio obstaculizado por graves problemas financieros. Sus gastos promedio eran de $18 millones de pesos anuales, pero sólo recolectaba la mitad de esa cantidad en impuestos. Con el fin de resolver esa situación, Victoria tuvo que buscar ayuda externa. El Reino Unido conociendo la difícil situación del Presidente (sólo el Ejército representaba $12 millones de pesos del presupuesto), le convenció para aceptar dos préstamos, cada uno de más de £3 millones de libras esterlinas. Estos préstamos, negociados a través decasas bancarias como Barclay y Goldschmidt, evitaron la quiebra del gobierno y ayudaron a mantener la paz social, factores que permitieron a Victoria a cumplir su mandato completo.
A pesar de esos problemas financieros, la administración de Victoria tuvo aspectos muy positivos. Dos de sus logros más positivos fueron la creación de la hacienda pública y la abolición de la esclavitud, que fue declarada el 16 de septiembre de 1825, cuando celebró por primera vez el Grito de Dolores. Además, estableció el Colegio Militar, restauró la Ciudad de México, mejoró la educación, concedió amnistía a los presos políticos, estableció planes para un canal en el Istmo de Tehuantepec, abrió nuevos puertos para la navegación, comenzó la construcción del Museo Nacional, creó guarniciones en Yucatán para prevenir y contrarrestar los intentos de reconquista española desde Cuba y desenmascaró una conspiración dirigida por el monje Joaquín Arenas para restablecer el dominio español.
Victoria también facilitó las actividades de la sociedad Lancasteriana, la cual se dedicó a la educación. Creó la Marina Armada, lo que permitió que su mayor logro: la completa independencia de México cuando el general Miguel Barragán y el capitán Pedro Sainz de Baranda derrotaron el último bastión español en San Juan de Ulúa.
En la política, sus acciones fueron conciliadoras, intentó aplicar una política que atrajera a todos, y formó su gabinete con miembros destacados de las diferentes facciones. Sin embargo, los viejos conflictos existentes desde los tiempos de Iturbide resurgieron. Victoria enfrentó la intolerancia religiosa ante la libertad de expresión y prensa establecidas en la Constitución, la cual respetó escrupulosamente.
El 20 de diciembre de 1827, decretó la expulsión de los españoles de la República. La rebelión reprimida de Joaquín Arenas desató una ola de indignación contra los españoles acaudalados que la habían apoyado. Aunque Lucas Alamán, su Ministro del Interior, trató de disuadirlo, el embajador estadounidense Joel R. Poinsett alentó a Victoria para ordenar la expulsión de los españoles, lo que provocó graves problemas económicos, debido a que la mayoría de los expulsados fueron comerciantes que se llevaron sus fortunas a España.


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